Las secuelas de las
inconscientes acciones humanas desarrolladas en el archipiélago de Galápagos
siglos atrás, aún no han podido ser revertidas del todo, pese a los esfuerzos
empleados por el Estado Ecuatoriano, desde la creación del área protegida. Sin embargo,
los avances tecnológicos y la ciencia nos permiten implementar acciones que nos
acercan cada vez más a ese gran objetivo.
En uno de los últimos hitos
de conservación en el archipiélago, la isla Santa Fe, recibió a 201 tortugas
gigantes, que desde el mes de julio de este año habitan y dominan el espacio
que les pertenece.
Originalmente la isla Santa
Fe tuvo tortugas gigantes, las cuales fueron depredadas por piratas y
balleneros que hicieron del archipiélago su sitio preferido de abastecimiento,
para sus largas travesías por los diferentes océanos del mundo. En su
paso por las Galápagos, principalmente se proveían de tortugas gigantes, las
que se convertían en fuente de carne fresca permanente.
Fueron siglos de
explotación animal por parte de estos piratas, que las expediciones científicas
posteriores sólo encontraron vestigios de la presencia de este imponente reptil
en algunas islas, como Santa Fe.
La Dirección del Parque
Nacional Galápagos procuró la introducción de 201 tortugas gigantes de una
especie Chelonoidis hoodensis, originarias de la isla Española, con
características similares a las que habitaron Santa Fe en antaño.
Pero la reintroducción de
estas tortugas a la isla Santa Fe, no es producto de la creatividad de una sola
persona. Es el resultado de décadas de esfuerzo por erradicar las especies
introducidas que existían y restablecer su ecosistema alterado. En 1971 la DPNG
eliminó las cabras que eran las principales destructoras del entorno y como
autoridad ambiental hemos esperado pacientemente que poco a poco Santa Fe
recobre su riqueza y sea lo que hoy es, una isla totalmente restaurada.
Una evaluación realizada en
el 2011, registró aproximadamente 250.000 cactus Opuntia, en su mayoría
adultos; y unas 6500 iguanas terrestres (Conolophus pallidus), las que
demuestran que todo el trabajo invertido no ha sido en vano. Pero era
necesario contar con el principal herbívoro de la isla, para que cumpla con su
función de ingenieras del ecosistema.
Las 201 tortugas reintroducidas a Santa Fe nacieron en cautiverio hace más de 4 años atrás. Fueron celosamente cuidadas y criadas por los guardaparques, algunas cumplieron 10 años de vida en nuestro centro. Previo a su traslado hacia su nuevo hogar, los quelonios fueron medidos, pesados, y marcados con un microchip, datos que facilitarán el monitoreo futuro. A 30 de los nuevos habitantes de Santa Fe se les colocó un transmisor de radio telemetría que proporciona información sobre la dispersión de las tortugas durante los próximos dos años.
Las 201 tortugas reintroducidas a Santa Fe nacieron en cautiverio hace más de 4 años atrás. Fueron celosamente cuidadas y criadas por los guardaparques, algunas cumplieron 10 años de vida en nuestro centro. Previo a su traslado hacia su nuevo hogar, los quelonios fueron medidos, pesados, y marcados con un microchip, datos que facilitarán el monitoreo futuro. A 30 de los nuevos habitantes de Santa Fe se les colocó un transmisor de radio telemetría que proporciona información sobre la dispersión de las tortugas durante los próximos dos años.
Después de 150 años, las
tortugas gigantes de Galápagos nuevamente pisan suelo santafesino, esta vez
bajo la mirada atenta de todos los que amamos este Patrimonio Natural de
la Humanidad.
Lorena Tapia
Ministra del Ambiente
Lorena Tapia
Ministra del Ambiente
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